Pues muy simple, tratamos de imitar el ejemplo de los apóstoles de Jesús, quienes llenos del Espíritu Santo se lanzaron a hablar de Jesús por varios lugares, nosotros lo hacemos a través de:
- Orando por los demás (visitas a la capilla)
- Preparándonos (estudiamos las historias que se encuentran en la biblia)
- Conviviendo entre nosotros y nuestras familias (convivencias y pijamadas)
- Llevando ayuda a los que nos necesitan.
En una palabra, conocemos a Jesús de manera divertida y somos vigilantes como los apóstoles de una manera diferente.
RITO DE INICIACIÓN
Cada
año durante la Eucaristía que se celebra con motivo del onomástico del Padre
Edmundo Iturbide (Misionero del Espíritu Santo y fundador de las Misioneras de
Jesús Sacerdote) se realiza un rito de iniciación de los integrantes
nuevos de los diversos grupos apostólicos -y en algunos casos de los
niños que entraron después de este evento y que no lo tienen-. Este rito
consiste en una consagración pública de los estudiantes y entrega de un signo
(elemento) que hace la escuela y que significa un compromiso que hacen los
niños con Dios y la iglesia y nosotros como escuela de llevarlos
y guiarlos por el camino de la Verdad.
Los Centinelas de Jesús reciben un
candelabro que les recuerda la misión de un Centinela, ser vigías, permanecer
atentos y con la luz encendida para proteger a los otros, ellos a través de la
oración, un cambio de conducta y servicio en las actividades escolares se
vuelven como los centinelas en la historia.
LUZ DEL ESPÍRITU SANTO
El proyecto llamado: Luz
del Espíritu Santo tiene por
objetivo reconocer la perseverancia de
las niños que integran el grupo que a lo
largo del tiempo han caminado de la mano de Jesús y que iluminados por el
Espíritu Santo han vivido las enseñanzas que Jesús dejo a sus apóstoles.
Este reconocimiento consiste en entregar a
cada niño una imagen del Espíritu Santo y una medalla del Espíritu Santo que
les recuerda su compromiso como apóstoles de Jesús.
EL ORIGEN DE NUESTRO NOMBRE
Centinelas de Jesús
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*Anuncia su reino con la
fuerza del Espíritu Santo.
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En
la antigüedad un centinela es un guardián de los castillos que mantenía
encendido el fuego para estar alerta y avisar de cualquier peligro y
resguardar al pueblo. El pebetero del colegio recuerda esa luz del
centinela y que hoy mantenemos encendida a través de nuestras buenas
acciones.
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